Buenas madrugadas :)
Pasé un buen rato sin escribir; han sido largos y ocupados días, muchas distracciones, momentos muy bonitos, otros no tanto pero aquí estoy.
No podía dejar de dedicar un post a mi estación favorita, por razones muy personales, siempre es la época del año que tiene una especial importancia en mi vida... quienes me conocen bien sabrán de qué hablo jeje. El equinoccio de invierno comienza, es una etapa mágica de grandes significados que envuelven casi todos los aspectos de mi existencia, tiempo en el que reluce esa parte primordial de la que me hace sentir más viva que en otras estaciones. Quizás por esa razón sentía unas inexplicables energías aunadas a un sentimiento colado.
Por mi mente atravesó la idea de relatar con detalles y decoraciones por todo lo que en este lapso de pausa escrita pasó en mi corazón... corrección, que sigue pasando por mi atolondrado corazón. No tengo las ganas ni las energías de estar hablando de ello, sin embargo, aunque otoño es una estación en donde se les ven a los árboles cambiárseles de color y con ello admirables lluvias de hojas secas, existe cierta "planta" que sigue como si la primavera fuera la única estación que reinase en el lugar tan exclusivo que se ha ganado durante estos 265 días.
Por otro lado, cabe recalcar que recibí un bonito obsequio material de alguien mayor: un ángel que un día, en una situación de tensión y preocupación, con tan sólo un abrazo hizo que en un santiamén desapareciera, reemplazándolo por tranquilidad y sonrisas, dándome el resultado que esperaba. Presumo y luzco mi bonita y extremadamente especial pulsera que con todo su bello cariño, Esperanza me dió.
En fin, tratando de romper malos hábitos, reanudar proyectos y ser constante. ¡Que comience la fiesta brujezca! :D jejeje.