Se trata de la Rosa dentro del florero sobre la mesa...
Una extraña crisis de amor: una semilla que al parecer creció de una manera extraordinariamente velóz que ni me di cuenta cuando ya había florecido. Estaba tan bella allí, con sus tallos embrollados por todo mi corazón, tan roja y tan rosa dominando con su fascinante aroma impregnandose por todo mi ser, segregando adrenalina. Mis venas le pertenecen a sus espinas ahora dependiendo mi vida de ella, me controla sin dejarme más remedio... atrapada pues estoy y yo sin desear encontrar la salida.
Sus bellos y suaves petalos que me sonríen, que obstruye mi razón, que digiere mi energía, que me tiene extraviada en la tentación de sus caricias... ya no puedo decir más pues con tan sólo intentar describir lo maravilloso que me hace sentir con tan solo verla, palabras no existen, menos aún que jamás ha pronunciado alguna y no es necesario, sin embargo, conozco bastante bien su voz... le habla a mi espíritu, conversa con mi alma y mantiene en armonía mis sentidos.
Esta Rosa que bebe de mi voluntad, que me ha provocado el antojo más dulce que he podido ser capáz de saborear sin haberlo siquiera probado.
