Buenas Madrugadas...
Leí por ahí la siguiente frase que va mas o menos así: "Puse puntos suspensivos a lo que debí haber puesto un punto final." A mi sentir, es demasiado acertado a la situación con la que me dejé arrastrar. Puede que a primera perspectiva se distinga de un tono sombrío y cruel pero no todos logran entender la orientación con la que se llega a la decoloración de un alma.
Pude haberle puesto un punto final en varias ocasiones ¿o quizá llamarlas oportunidades? pero nunca me atrevía, como tampoco hasta ahora me atrevo pero que con tantas ganas desearía conseguir colocarlo. Punto final y darle vuelta a la página para así continuar sin ti en mis pensamientos, ni en ese pedazo tan delicado del corazón que llegaste a rozar porque en realidad, tú no aspiras a quedarte en él; pero estoy segura que si en certeza me decidiera a voltear la página, sería algo que a ti no te agradaría pues ocuriría lo que en una ocasión me dijiste que considerara pues no te alegraría extraviarla. Y en sí, ni punto final, ni vuelta a la página: sólo he optado por ensartar un marcapáginas.
¿Por qué? triste y simplemente porque mi "estimación" no es la misma a la tuya hacia mi ente. Quizá me equivoque, quizá no tenga ni tantita idea de lo que esté sucediendo en tus adentros pero mientras, esto es lo que yo deploro. Accedí por un buen lapso a ir contra el perfil de mi víscera; ha sido como correr en resistencia al viento dentro de un rosal en forma de laberinto sin saber ni qué, ni por qué, pero con tal de no perderme de la hermosura de las rosas, sin importar que me pinchara por periquetes, allí he continuado. No obstante, una que otra punzadita me ha hecho "reaccionar" y tratar de salirme como fuese de aquella falaz maraña. Yo no sé tú pero yo no puedo simplememte hacerme tonta sin escuchar lo que en cada latido que aquél idiota vital me decía por cada recuerdo que has ido dejando en mí, por cada incertidumbre que aún no concibo conocer y saber lo que está pasando más allá de la lógica terrenal. No va en mí no querer expresar al pobre tonto latidor, de dar todo lo que tal vez mucho antes te dí o me diste y ahora lo pago, como lo dije antes, continúo sin comprender por qué bodrios me ocurre esa sensación contigo.
Disculpa si lo lees, como le comenté a cierto caballerito, no me gusta para nada ser causante de un mal rato, lo único que siempre quisiera es dibujarte sonrisas y hacer tu corazón contento aún y mis caprichos, aún y mis arrebatos, aún y mis ideas de querer borrar de un sola todo. He allí la razón por la que imagino que he puesto el marcapáginas: está cerrado pero de vez en cuando se abre y se mantiene así pero la página sigue siendo la misma. Admito que no será fácil si de verdad quiero removerlo para anotar un punto final y girarla... eres y seguirás siendo importante.
